Análsis de Mercurio
El mercurio se encuentra de forma natural en pequeñas cantidades en el medio ambiente, procedente de los minerales de las rocas y del suelo, también se libera con el uso de combustibles fósiles y la incineración de basura. Puede ser inhalado a través del aire que respiramos, absorbido a través de la piel e ingerido con la comida. Algunos espejos, medicamentos o productos agrícolas también pueden contener mercurio, al igual que ciertos tipos de fluorescentes, cables e interruptores.
La ínfima cantidad de mercurio a la que está expuesta la mayoría de la población no suele causar problemas de salud. Sin embargo, las personas que están expuestas a concentraciones peligrosas de mercurio o bien a concentraciones más bajas, pero durante largos períodos de tiempo pueden presentar signos, síntomas y complicaciones relacionadas con el mercurio.
La exposición a cantidades excesivas de mercurio puede resultar tóxica. Una vez absorbido, el mercurio se deposita en diferentes órganos, incluyendo los riñones y el cerebro.
El organismo lo elimina lentamente a través de la orina o las heces, pero si se acumula una cantidad excesiva puede lesionar permanentemente los riñones, el sistema nervioso y el cerebro.
Las concentraciones altas de mercurio durante el embarazo pueden pasar hacia el feto, repercutiendo sobre el desarrollo del cerebro, los riñones y los nervios. El mercurio también puede pasar a través de la lactancia materna.
Preguntas comunes
¿Por qué hacer el análisis?
¿Cuándo hacer el análisis?
- Si existen signos o síntomas de intoxicación por mercurio
- Para evaluar el grado de una exposición conocida.
- Para monitorizar la exposición ocupacional al mercurio.
¿Qué muestra se requiere?
La medición se realiza a partir de una muestra de sangre venosa del brazo, una muestra de orina aleatoria o una muestra de orina de 24 horas. También es posible realizar esta determinación en el pelo, las uñas o la leche materna.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
¿Qué es lo que se analiza?
El mercurio puede ser tóxico en varias de sus formas, cada una de las cuales se mide en un tipo diferente de muestra:
• Mercurio metálico o elemental: se encuentra en forma líquida y se utilizaba a menudo en los empastes dentales, en algunos termómetros y en pilas. Se suele determinar en orina.
• Sales inorgánicas de mercurio: son el resultado de la reacción entre los compuestos inorgánicos que contienen mercurio. Normalmente se encuentra en forma de polvo o cristal y suele utilizarse en preparaciones tópicas, como cremas decolorantes o antisépticas. Esta forma de mercurio se suele determinar también en la orina.
• Metilmercurio y otros compuestos orgánicos: son producto de la reacción entre el mercurio y compuestos orgánicos. Esta forma la producen las bacterias que se encuentran en el suelo y en el agua, y también en los peces depredadores de gran tamaño y edad, como el tiburón y la caballa. Las personas que consumen estos peces pueden verse expuestas a este tipo de mercurio. Esta forma de mercurio se suele determinar en la sangre.
¿Por qué se solicita o se utiliza esta prueba?
Esta prueba se solicita para detectar la presencia de cantidades excesivas de mercurio en una muestra de sangre o de orina. El médico la puede solicitar para saber si se ha estado expuesto de forma aguda o crónica a concentraciones elevadas de mercurio. También se puede solicitar para el seguimiento de las personas que están expuestas al mercurio en su lugar de trabajo.
Se pueden recoger distintos tipos de muestra para el análisis:
• La sangre se analiza principalmente para detectar la presencia de metilmercurio. También se pueden detectar otras formas de mercurio (metálico e inorgánico), pero la cantidad presente disminuye a la mitad cada tres días, a medida que el mercurio se va movilizando hacia otros órganos, como el cerebro y los riñones. Por este motivo, el análisis de sangre debe realizarse pocos días después de una posible exposición.
• La orina se utiliza para detectar el mercurio metálico y las formas inorgánicas de mercurio, pero no el metilmercurio.
• El análisis del cabello permite detectar una exposición al metilmercurio ocurrida varios meses atrás. Sin embargo, esta prueba es compleja y generalmente no se utiliza.
• Aunque no se realiza de forma rutinaria, también se puede detectar mercurio en las uñas.
¿Cuándo se solicita?
El análisis del mercurio se solicita cuando un individuo tiene signos o síntomas sugerentes de exposición excesiva al mercurio. Entre los síntomas agudos se incluyen:
• Sensación de quemazón en la boca y los pulmones.
• Tos, dificultad al respirar y sensación de opresión en el pecho.
• Dificultad para orinar y emisión de menor cantidad de orina.
• Náuseas, vómitos, diarrea, calambres abdominales.
• Aumento de la frecuencia cardíaca (taquicardia).
• Fiebre, escalofríos.
• Mareos.
• Dolor de cabeza.
Los individuos que han estado expuestos al mercurio de manera crónica pueden tener síntomas inespecíficos, que afectan a los riñones, los pulmones y sistema nervioso. Algunos de los síntomas crónicos incluyen:
• Problemas relacionados con la audición, el gusto y el olfato.
• Visión borrosa o visión «en túnel».
• Hormigueo o temblores en brazos o piernas.
• Dificultad para caminar.
• Irritabilidad.
• Pérdidas de memoria.
La prueba del mercurio también puede realizarse en los individuos que han estado expuestos al mercurio (mineros), con el objetivo de conocer la intensidad de la exposición.
Asimismo, se puede solicitar su análisis de forma periódica en las personas que trabajan en industrias que usan mercurio.
¿Qué significa el resultado?
En condiciones normales, las concentraciones de mercurio en sangre y orina son muy bajas. Un resultado con concentraciones de mercurio bajas indica que el individuo no ha estado expuesto a cantidades excesivas de mercurio, como mínimo, durante la ventana de tiempo que el análisis permite evaluar.
Las concentraciones elevadas de mercurio en sangre o en orina indican que ha existido una exposición excesiva al mercurio. Generalmente se considera que una concentración en sangre superior a 20 μg/L es señal de que la persona ha estado más expuesta de lo habitual, para alguien que no trabaja con el mercurio.
Por el contrario, una muestra de orina de 24 horas proporciona información sobre la exposición media al mercurio metálico o inorgánico durante un período de tiempo. El límite de normalidad en la orina son 50 μg/L en las personas sin exposición laboral al mercurio.
TIPO DE MUESTRA: Sangre total con EDTA