Propósito: El análisis coprológico, también conocido como examen de heces, tiene como objetivo evaluar distintos parámetros de las heces para diagnosticar trastornos gastrointestinales, infecciones, presencia de parásitos, sangrado gastrointestinal, entre otros.

Indicaciones comunes: Se solicita en casos de diarrea crónica, sangre en las heces, cambios en el patrón de las evacuaciones, dolor abdominal, sospecha de infecciones gastrointestinales o parasitarias, seguimiento de enfermedades crónicas como la enfermedad inflamatoria intestinal, entre otros.

Toma de muestra: Se recolecta una muestra de heces en un recipiente estéril proporcionado por el laboratorio. Es importante evitar la contaminación con orina o agua del inodoro. Se toma una cantidad específica para el análisis.

Análisis macroscópico: Se examina la consistencia, color, presencia de moco, sangre, restos de alimentos no digeridos, entre otros aspectos visibles a simple vista.

Análisis microscópico: Se realiza un estudio microscópico de las heces para detectar la presencia de parásitos, huevos de parásitos, larvas, quistes, trofozoítos u otros elementos microscópicos.

Análisis químico: Se evalúan los niveles de sustancias químicas como pH, grasa, proteínas, azúcares, sangre oculta, entre otros, utilizando diferentes pruebas químicas o inmunológicas.

Interpretación de resultados: Los resultados proporcionan información sobre posibles trastornos gastrointestinales, infecciones parasitarias, presencia de sangre oculta, inflamación, entre otros hallazgos relevantes para el diagnóstico.

Uso clínico: El análisis coprológico es una herramienta fundamental en el diagnóstico y seguimiento de diversas enfermedades gastrointestinales. Los resultados ayudan al médico a determinar el diagnóstico preciso y el tratamiento más adecuado.