Propósito: Detectar microorganismos que puedan estar causando infecciones del oído externo (otitis externa) o del oído medio (otitis media) para determinar el tratamiento adecuado.

Indicaciones comunes: Se realiza cuando hay sospecha de infección del oído, presencia de dolor, secreción, pérdida auditiva, o si un tratamiento previo no ha sido efectivo.

Toma de muestra:

Se recolecta una muestra con un hisopo estéril del canal auditivo externo o, en casos más específicos, a través de un procedimiento más invasivo para acceder al oído medio.
La muestra se envía al laboratorio en condiciones estériles y lo más pronto posible para análisis.
Procedimiento en el laboratorio:

Se siembra la muestra en medios de cultivo específicos para bacterias u hongos presentes comúnmente en infecciones del oído.
Se incuba la muestra a una temperatura y tiempo adecuados para promover el crecimiento microbiano.
Análisis microbiológico:

Se identifican los microorganismos presentes en la muestra mediante pruebas microbiológicas.
Se realiza un antibiograma exponiendo los microorganismos a diferentes antibióticos o antifúngicos para determinar su sensibilidad o resistencia.
Interpretación de resultados:

Se emite un informe que detalla los microorganismos identificados, su concentración y su sensibilidad a los antibióticos probados.
Uso clínico: Los resultados ayudan al médico a seleccionar el tratamiento más adecuado para la infección del oído, asegurando una terapia más efectiva.

Consideraciones: Es esencial tomar la muestra de manera aséptica para evitar contaminaciones. Además, se debe seguir las indicaciones médicas para garantizar la precisión de los resultados y la efectividad del tratamiento.