El espermiograma básico es un análisis crucial para evaluar la salud reproductiva masculina. Durante la toma de muestras, se recolecta una muestra de semen para realizar este estudio.

El proceso comienza con la abstinencia sexual previa recomendada, generalmente entre 2 a 5 días sin eyaculación, para obtener una muestra representativa. La recolección se realiza mediante masturbación en un recipiente estéril proporcionado por el laboratorio, asegurando que la muestra no esté contaminada con otros fluidos corporales.

El espermiograma básico evalúa diferentes aspectos de los espermatozoides, incluyendo:

Concentración espermática: Mide la cantidad de espermatozoides por mililitro de semen.
Movilidad: Evalúa la capacidad de los espermatozoides para moverse y su motilidad progresiva.
Morfología: Analiza la forma y estructura de los espermatozoides. Se considera normal cuando un porcentaje específico tiene forma y estructura adecuadas.
Volumen del eyaculado: Mide la cantidad total de semen producido.
Los resultados del espermiograma pueden proporcionar información sobre la fertilidad masculina y ayudar a identificar posibles problemas subyacentes, como la presencia de espermatozoides anormales, bajo recuento espermático o problemas de movilidad, que podrían dificultar la concepción.

Este análisis es fundamental en la evaluación inicial de la infertilidad masculina y puede ser solicitado por médicos especializados en fertilidad, urólogos o especialistas en reproducción asistida. La interpretación de los resultados debe ser realizada por un profesional de la salud con experiencia en el área, ya que factores como el estilo de vida, la salud general y otros análisis complementarios también pueden influir en la fertilidad masculina.